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perdone los errores
Teresa
“Il camionista” fue un cómic erótico de culto
nacido a finales de los setenta. Mario Vergone (“gran
verga”), el camionero, fue el héroe del día y creo
que es inútil contar sus aventuras fácilmente
imaginables. "Teresa" en cambio es una camionera. Interpretada por
Serena Grandi. Ahora bien, no necesito dir cuánto estas dos
cosas, que es Serena Grandi y la profesión de su personaje, han
encendido las fantasías más picantes, también
porque estamos en 1987, los años dorados de la bella actriz
boloñesa.
Lamentablemente, aparte de unos momentos de "sexy", la nuestra se queda
muy vestida pero enciende las fantasías de los personajes que la
rodean.
Las tetas de Serena Grandi, hay que decirlo, no son la única
falta grave de esta película (estoy bromeando por supuesto, las
tetas no son un punto central ...) pero también carece de trama
creíble y agradable. Y quizás lo peor es que Dino Risi es
el director. Risi, que ciertamente no necesita presentación, se
encuentra en una fase menguante y sobre todo en el círculo
comercial de lo que hoy es “Mediaset”. El año
anterior dirigió "Il commissario Lo Gatto" que, en definitiva,
gracias a Banfi, Micheli y las bellezas de Favignana, alcanza la
suficiencia y luego, tras un par de productos para TV, respira buen
cine con "Tolgo il disturbo", no producido por "Mediaset".
¿Estoy diciendo que "Mediaset" también ha arruinado a los
grandes héroes del cine italiano? Bueno, tal vez ese sea el
caso, pero desde el punto de vista de Berlusconi, tener nombres
atractivos y un producto vendible fue la elección correcta. Y
entonces, quizás por eso en “Teresa”, una especie de
comedia cruda, Serena Grandi se limita a provocar y es, quizás
por eso, que tiene una trama tan liviana, tan fácil. Tan
televisado. Y tan mal pensado.
Ciertamente tener a Luca Barbareschi en el papel de coprotagonista, es
decir, el de otro camionero, no ayuda. ¡Conductor de
camión Barbareschi! Más un consejo de vida que un papel
para él.
Para arreglar eso, además de un Eros Pagni desencadenado, hay
una especie de agradable autenticidad emiliana, pero,
increíblemente, Serena Grandi, nacida en Bolonia, es doblada. Y
en cualquier caso, Emilia no alcanza para salvar la película.
Teresa, viuda, toma el control de la empresa de su marido, una empresa
de transporte. Sin embargo, la empresa tiene una deuda de 80 millones
de liras. Decidida a levantarse por su cuenta, la mujer se niega a
casarse con Nabucco (Eros Pagni) que podría cancelar la deuda.
Así que vuelve a ponerse en marcha en el camión, con la
aiuda del turbulento Gino (Luca Barbareschi) como copiloto y con quien
tiene una relación difícil. Varios otros pretendientes se
proponen a la bella Teresa, un gangster que muere y un viejo
barón alemán agilipollado que tiene una familia
igualmente extraña. Final de un cuento de hadas. Por así
decirlo.
Música de Dalla, Morandi, Berti y Casadei, pero ni siquiera esto
plantea el destino de una película horrible. Créame,
Mario Vergone definitivamente está mejor pensado y es más
divertido.