Version Espanola
made with
perdone los errores
Devil's Kiss
Organizan un desfile de modas en un castillo, con modelos que se
cambian de ropa para el placer del público masculino y lo
combinan con una sesión de espiritismo para los invitados. Esta
es una idea simplemente fabulosa, que un influencer o un PR
podrían reutilizar.
¿Te imaginas una velada como esta, en Londres, París, Nueva York o Milán? Simplemente imperdible.
Y si la médium llamada Claire Grandier, la ex condesa de
Moncorn, ahora reducida a la pobreza, logra llamar una presencia que
asusta a una modelo y hace huir a los invitados, bueno, se puede decir
que el evento es un éxito perfecto.
Sin embargo, estamos lejos de cualquier objetivo social o de moda y
esto es solo el comienzo de una película de terror franco /
española / andorrana que forma parte de la escasa
filmografía de un tal Jordi Gigó.
Un director que, con toda probabilidad, fue un gran admirador de Jess Franco, Mario Bava y de la Hammer.
Y hay que decir que pone mucho esfuerzo para seguir sus puntos de
referencia, pero queda bastante lejos de su nivel. Y hay que decir
también que pone todos los elementos necesarios: una gran
cantidad de tetas, algunos desnudos completos y algunas escenas
softcore (bastante inútiles para la historia), con rituales
mágicos, satanismo y algunos momentos vagamente de terror. Sin
embargo, choca con una lentitud excesiva y sobre todo con la
elección de hacernos entender ya pasados veinte minutos por
dónde va la historia. Combinado con un presupuesto decididamente
bajo, nos encontramos con una película b puramente
gótica, cuyo título original “La perversa caricia
de Satán” es mucho más sabroso que el internacional.
No es una buena película, incluso aburrida a veces, pero hay que
reconocer un cierto magnetismo de la fealdad, que deja al espectador, a
cierto tipo de espectador, a la espera de algunas ideas
“brillante”.
Volviendo a la condesa que, como se mencionó, solo se hace
llamar Claire Grandier es invitada a esta velada, donde de inmediato
declara su odio hacia el dueño, el duque de Haussemont
interpretado por el grande José Nieto. Un hombre que,
según ella, no ayudó a su esposo, quien se suicidó
y aprovechó la tragedia para apoderarse de la propiedad de la
familia.
Ahora, Haussemont, que también es un poco idiota, les pide a
ella y a su compañero Gruber, un científico que
también tiene poderes telepáticos, que se queden en el
castillo para investigar las fuerzas oscuras que han evocado.
Bueno, ¿qué pensáis que haga una médium
cabreada? Obviamente, llama a las fuerzas de las tinieblas para
vengarse de su marido. A decir verdad, más que demonios y
fantasmas, con el Prof. Gruber revive un cadáver que
curiosamente parece tener un cerebro igual de su colega en Frankenstein
Jr (también hay una camarera rubia). Solo él es de
tamaño pequeño.
En algún momento, el monstruo se sale de control.
Una película de tipo b que a veces hace sonreír y a veces
aburre, pero que tiene un elenco muy conocido en el cine de
género. Además de Mathot y Nieto, también
encontramos a Daniel Martín, el rostro de varios westerns, Maria
Silva, Carlos Otero y José Lifante.