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perdone los errores

 


All my friends are dead 
Los Turbonegro son una banda noruega que viaja entre el punk, el death metal y el hard core, un poco polémica pero con mucha intensidad y ritmos. Una de sus canciones más conocidas se llama "All my friends are dead" como esta película polaca. Y al igual que la canción que esperaba de este trabajo, del debutante Jan Belcl, las mismas cosas. Velocidad, determinación, maldad.
Debo decir que los primeros minutos cumplieron mis expectativas. Dos policías idiotas investigan una extraña escena del crimen. Luego, un flashback nos muestra una fiesta de Año Nuevo salvaje con muchos personajes absurdos que se pierden en el alcohol, en la música y en algunas bromas locas.
Colocada la historia y presentada a los protagonistas, era legítimo esperar con mucho entusiasmo la explicación del título, pero al igual que sus personajes, hasta el guion se pierde en el caos o mejor dicho se te olvida poner algo interesante. Minuto a minuto, "Todos mis amigos están muertos" se convierte cada vez más en una versión con muertos de "American Pie", cuyos trágicos acontecimientos se alternan con momentos de locura, se suceden sin gran interés. Hacia el final parece que incluso Belcl se da cuenta de esto y acelera, intentando cerrar todo cuanto muy pronto.
Un título estruendoso a un lado (por cierto no hay canción del mismo nombre), esta película tiene muy poco que decir, anulando también una dirección contundente y una fotografía bien hecha y el excelente uso de la música, sin olvidar un cierre circular nada mal en absoluto.
Pero los aspectos positivos no son suficientes para salvar una película que estropea a Estados Unidos, por obvias razones comerciales.