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perdone los errores

 


Orgasmo Nero


Una aburrida clase media, ménage à trois y historias de sexo. Nada nuevo bajo el sol dominicano, nada nuevo para Joe D'Amato quien, entre otras cosas, se inspira abiertamente en “La ragazza dalla pelle di luna” de Scattini, de la que esta es una reinterpretación más erótica y violenta.
Porque sí, el juego de roles es el mismo, pero D'Amato pone grandes dosis de sexo explícito, incluido un fotograma porno tomado de otra de sus películas con Mark Shannon y Lucia Ramirez y un final sorpresa que voltea vagamente el horror, lo que pudimos. imaginar.
"Orgasmo Negro" para llegar a este final digno pero apresurado, nos hace pasar por una historia larga, no muy chispeante, que destaca solo por la presencia de Nieves Navarro (como Susan Scott) que a los cuarenta y dos parece una niña y Lucía Ramírez que inaugura con D'Amato, una buena aunque breve colaboraciación y que aquí es manoseada abundantemente por todas partes y desnudata continuamente.
La actriz dominicana interpreta al objeto de deseo, Haini, una chica local que acaba en manos de Helen (Nieves Navarro) y Paul (Richard Harrison). La pareja está en una gran crisis, insatisfecha sexualmente y psicológicamente, porque Paul quiere a toda costa tener un hijo que Helen no puede darle.
Paul es un escritor que está en Santo Domingo para estudiar las costumbres locales y es testigo de un extraño ritual en el que Haini come el corazón de su padre moribundo. Helen se hace amiga de Haini, hasta el punto de querer llevársela con él a Estados Unidos. Haini se va (es repudiada con látigos
por su madre, en la escena más extraña de la película) y es "adoptada" por la pareja. Pero la relación entre las dos mujeres se vuelve morbosa, Haini tiene experiencias con los amigos de Helen quienes a su vez a menudo engañan a su esposo. La reacción del hombre no se hace esperar y, aparte de violarla, le pide a su esposa que la envíe de regreso a casa. Y cuando la paz parece llegar, empujada también por la posibilidad de que Helen tenga hijos, Haini, llevada de regreso a Santo Domingo, emprende una venganza que subvierte la historia.
Un bonito final, que llega demasiado tarde y después de habernos aburrido parcialmente durante estos noventa minutos. D'Amato detrás de la cámara realiza los deberes, sin destellos particulares, en una historia que no nos da grandes emociones, como los actores, que son tan hermosos, pero poco en parte.