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Black Snake
El cine como liberación, como venganza por los horrores del
pasado, para cambiar la historia, darle la vuelta. Una idea fascinante,
hermosa y liberadora que hemos visto en algunas de las últimas
películas de Tarantino y en series de televisión como
"Hollywood".
El buen Russ Meyer lo intentó en tiempos desprevenidos, eso es
en 1973. Pero al final, fue él quien tuvo que liberarse de esta
película.
El “King of nudies” finalizó su contrato con 20th
Century y quiso volver al cine independiente. Y antes que nada se pone
a trabajar en un horror, llamado "The Eleven" que salta en el
último minuto.
Por alguna razón vuelve su atención a la historia y
especialmente al período de la esclavitud. Un tema bastante
delicado que Meyer trata un poco demasiado a la ligera, tanto como para
disminuir el problema y para muchos hacer una película que es
más una excusa para decir frases racistas y hacer que los
actores negros sean azotados semidesnudos por la rubia protagonista.
Sin duda un duro juicio para una película que, eso sí, no
resulta convincente, pero que acaba con la victoria y liberación
de los esclavos. Por supuesto, quizás Meyer subestime el tema,
pero hay que decir que también adolece de una producción
bastante conflictiva y un cambio total de estilo, sin grandes tetas en
fin, que confunde al público.
La producción de “Blacksnake” comienza en 1972 en
Barbardos y comienza mal de inmediato. El protagonista, la guardiana de
esclavos, debe haber sido Anita Ekberg ya al tramonto. La actriz, sin
embargo, es hospitalizada por una sobredosis y en su lugar llega
Anouska Hempel de origen neozelandés también vista en
algunas de las películas de la Hammer. Una elección
equivocada, igual de equivocada es la elección de un elenco con
el que Meyer nunca se relaciona y del que no puede obtener lo que
quiere, con la excepción de David "Darth Vader" Prowse, quien se
convierte en el nombre principal de la pantalla en una de las
reediciones de la película.
A esto hay que sumar los problemas emocionales con Edy Williams, esposa de Meyer.
En cualquier caso, la película se prolongó durante casi
un año y cuando se estrenó en 1973 fue un gran fracaso.
"Los negros lo odiaron, los blancos lo odiaron", dijo Meyer tratando de
salvar el salvable en dos versiones tituladas "Sweet Suzy" y "Duchess
of Doom" al insertar una chica negra (pechugona) en el prólogo.
Intentos que fracasan.
"Blacksnake" está aplastado y aún sigue siendo una mancha en la carrera de Meyer.
La culpa es de una historia que le hace un guiño al
blaxploitation, pero sin creerlo mucho y que le pone puntos de comedia
en un tema, como decía, demasiado delicado, eso sí, la
victoria y la liberación final arreglan las cosas, pero llega
aunque sea demasiado tarde.
“Blacksnake” está ambientada en la plantación
de Lady Susan Walker (Anouska Hempel), una guardiana muy mala que
golpea repetidamente a sus esclavos. Un día Sir Walker,
cuñado de Susan, acude a la plantación con nombre falso
para investigar la muerte de su hermano, descubriendo los malos tratos
y las ansias de la dama y su séquito. Mientras tanto, los
esclavos se rebelan.