Capitán Kronos, cazador de vampiros
Sin
ánimo de ofender a Horst Janson, que por supuesto me imagino que
me sigue, pero para mí, no tiene el phisique du role del
héroe encantador e intrépido. Además, encontramos
aquí a Caroline Munro, que, por otra parte, tiene todo lo que
debe tener la protagonista guapa e inteligente e incluso nos deleita en
una escena sexy. Una rareza en su carrera. La película
también tiene todo lo necesario para un entretenimiento
interesante. En realidad, tiene aún más, porque tenemos
una mezcla de aventura y vampiros, que no está nada mal.
Hammer, ya casi en su ocaso, intenta darle la vuelta a la tortilla y la
propuesta es original, aunque quizás menos pícara que en
el pasado. De hecho, esta película dirigida por Brian Clemens,
más conocido como autor que como director (de hecho, esta es la
única película que dirige), debería haber abierto
una nueva vía que, en realidad, no llega a realizarse.
Qué pena.
También porque además de la nueva historia, como siempre,
la productora británica cuida los detalles con una elegancia
maniática, creando una ambientación muy agradable.
Con la K en su capa, tanto que algunos lo confunden con un rey, el
Capitán Kronos va a ayudar al Dr. Marcus, porque en el pueblo de
este ocurren cosas extrañas. Como las jóvenes que se
encuentran de repente envejecidas. Kronos, con su jorobado ayudante
Hieronymus Grost (John Cater), encuentra en el camino a Carla (Caroline
Munro), una hermosa chica condenada al cepo por bailar un
sábado. La liberan, se une a ellos, les ayuda en su
misión y se convierte en la amante de Kronos. Aparte de eso, el
vampiro de esta película es uno que chupa la sangre vital, la
juventud, de sus víctimas. A los tres les corresponde derrotarlo
y descubrir la verdadera identidad detrás de este misterio.