Arabella, l’angelo nero
El bueno Stelvio Massi, el de los
poliziotteschi, de unos cuantos thrillers, se pasea por las ruinas
humeantes del cine de género. Y se nota.
Aquí dirige un thriller en el que muestra su habitual buena mano
y el igualmente conocido cuidado, pero, en realidad, todo gira en torno
a la actriz protagonista más que a una historia que pretende
revivir las glorias del cine del pasado.
Ella es Tinì Cansino, una conocida estrella de la
televisión de los 80 que se pasa buena parte de esta
película desnuda, semidesnuda y practicando sexo. Sin
hipocresía, es una buena razón para ver esta
película, que, hay que añadir, también tiene
momentos en los que la historia es interesante y con destellos de
'splatter' que suben el nivel.
Sin embargo, llega un momento en que lo tiran todo. Uno tiene la
impresión de que se han quedado sin temas y que en su lugar
meten líneas terribles y situaciones de pacotilla, que echan por
tierra las ambiciones de Massi. Incluso hay espacio para un "giro"
inverosímil al estilo de las telenovelas.
Por no hablar de la falta de habilidad del reparto, protagonista, sobre todo, afortunadamente doblada.
"Arabella l'angelo nero", nos habla de las perversiones de una pareja.
Ella Arabella (Tinì Cansino) está casada con un escritor
parapléjico tras un accidente de coche. Pequeño inciso:
el accidente ocurrió justo después de la boda, mientras
ella le hacía una mamada en el coche.
Arabella es una ninfómana que frecuenta los malos
círculos. Un día, su marido la pilla con otro hombre. A
quien mata con la complacencia de su marido. De ahí el juego
erótico tan caro al género, con la mujer que consiente
las perversiones de su marido inspirándose para escribir. Pero
hay un asesino despiadado suelto.