Blood Games

El paleto, que ya siente repulsión hacia los que no son de su territorio, desde luego no puede ser indiferente a un equipo de béisbol femenino en pantalón muy corto que incluso tiene la osadía de ganar a la selección local de algún pueblecito del sur de EEUU. El villano acosa a las chicas durante el partido, comete faltas, las insulta y las espía en el vestuario.

No está claro qué hace un equipo de béisbol femenino viajando por el país para actuar en un lugar tan atrasado. O al menos no está claro desde un punto de vista lógico, pero sí lo está desde un punto de vista narrativo, teniendo en cuenta que es la chispa que genera un prurito de caza de hombres (mujeres) de 1990 dirigido por Tanya Rosenberg en su primera y última película.

Una mujer detrás de la cámara podría hacer pensar en un mensaje "feminista", pero francamente es un tema que apenas está presente, aparte, si se quiere, de la victoria en el partido y claramente la lucha pareja que sigue. Pero eso es si quieres buscar a fondo.

Juegos de Sangre parece simplemente pretender entretener al espectador con una historia que, ni que decir tiene, recuerda a la de 'Deliverance', y que, tras un inicio un tanto absurdo, sorprendentemente va cogiendo fuerza, dándonos la cantidad justa de sangre, acción y violencia. Un capítulo decente, al fin y al cabo, para la explotación con una dirección que consigue resaltar los mejores y más dramáticos momentos.

Como ya se ha dicho, el equipo de béisbol de chicas guapas en pantalón corto derrota a una selección local de aldeanos y, tras el partido, una riña enciende la mecha. Las chicas intentan abandonar el país pero son detenidas y atrapadas en el bosque local por los mencionados paletos.

 Muertes en ambos bandos y mucha violencia.

El reparto cuenta con algunas caras conocidas del cine de género americano, entre ellas George 'Buck' Flower.