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perdone los errores
Sé lo que estás pensando, que el cactus del título es un
doble sentido banal. Y en cambio, no, un poco como 'W La Foca', no es un doble
sentido fácil, pero el cactus está ahí, y es el que Bombolo, en el papel de
Augusto, debe y quiere llevar a la tumba de su tío en Rodas.
Así que se podría decir que esta película, es una película
de cactus. En todos los sentidos. Después de 'Settimana Bianca' y 'Settimana al
mare', Mariano Laurenti ofrece un tercer capítulo de vacaciones, utilizando los
mismos protagonistas (Cannavale, Bombolo, Annamaria Rizzoli) y barajando las
cartas. Muy poco a decir verdad.
Por lo tanto, la trama es siempre la misma. El blanco y
Augusto (Cannavale, Bombolo) y la bella mujer que enseña las tetas en la
clásica ducha, ya estamos en 1981, Annamaria Rizzoli.
En definitiva, eso es todo para una película que para muchos
es la mejor de la trilogía de vacaciones de Laurenti, pero que para mí es
quizás incluso la peor, dadas las ideas obvias y los gags que no funcionan.
La historia se centra en el viaje de premio a Grecia que el
Commendatore Zerboni (Cannavale) de la Ditta Zerboni & Basta ofrece a sus
empleados. Augusto (Bombolo), el trapero Pistilli (Crocitti), la esposa de
Zerboni, Fedora (Graziella Polesinanti) y Angela (Annamaria Rizzoli). Ni que
decir tiene que durante el viaje se producen los clásicos problemas y
malentendidos, con Zerboni ligando con Ángela, Fedora miope en exceso que acaba
en la cama con Augusto y, por supuesto, la rubia Ángela deseando no sólo a su
jefe, sino a todos los que encuentra en su camino.
La película está toda ella, tocando sus puntos álgidos con
las tetas de Annamaria Rizzoli y la escena de la carbonara de Bombolo.