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Jaimito contra todos


 

 

Pedos, chistes verdes, mierda, chistes que ya eran viejos en 1981, hacen de esta película una de las cosas más feas que se han producido. Pero da igual. Porque al mismo tiempo hacen de "Jaimito contra todos" en ese 1981 uno de los éxitos más rotundos del año. Tanto como para generar secuelas y apócrifos hasta el punto de "matar" a Álvaro Vitali que ya no puede desprenderse del personaje. Porque si le dices Álvaro Vitali a una persona que no sigue mucho el cine, seguro que te responde "Ah, Pierino".

Vitali, cuyo currículum no les recordaré (todos le conocemos de memoria, ¿no?), se vio obligado en su momento a renunciar a importantes "cachés" por estar muy ocupado haciendo películas inspiradas en el famoso niño de las bromas.

Detrás de la cámara se encuentra Marino Girolami, que también ha escrito el guión, si se puede llamar así, con Gianfranco Clerici y Vincenzo Mannino. En realidad, los tres no hacen más que hacer chistes ya conocidos, tanto que uno podría ver la película desde cualquier punto sin perder el hilo. El hilo conductor de todo esto es, por supuesto, Pierino, un niño (Vitali tenía más de treinta años) que hace todo tipo de travesuras.

Sin embargo, también hay cosas positivas, o mejor dicho, las ideas correctas en los lugares correctos, porque Girolami y sus socios pusieron hábilmente alrededor de Vitali una infinidad de actores de carácter que ya eran conocidos y apreciados por el público y que hacen muy bien su trabajo, con la adición de Cristina Moffa, que más tarde se convertiría en la respuesta infructuosa a Raffaella Carrà en los años 80, pero la estrella de un anuncio de caramelos.

También está, y no podía faltar, la bella, es decir, la profesora sustituta, interpretada por Michela Miti, otra actriz que entró en el imaginario para este papel. Sin embargo, a diferencia de las películas de comedia sexy, Michela Miti se desnuda muy poco, apenas unos segundos de espaldas y muestra apenas unos escotes sexys además del liguero, que cualquier profesora sustituta de buen ver ha llevado. Es justo, ¿no?


"Jaimito contra todos" es básicamente esto, un largo carrusel de caras conocidas combinado con turpiloquios y chistes. Una película que puedes ver de principio a fin y cuya sintonía entra en tus oídos tanto como los latiguillos del protagonista. Un escultor en toda regla. Con silbato o sin él.