hecho con
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perdone los errores
Ouch. Primeros cracks
de una serie que en cuatro temporadas siempre ha conseguido
reinventarse, homenajear a la franquicia de la que procede y
también reírse de ella. Pero también una serie que
ha tratado temas importantes (como el acoso escolar) con una frescura
convincente.
La quinta temporada, sin embargo, demuestra que las ideas no son
infinitas y que quizás 'Cobra Kai' está empezando a
tomarse en serio, demasiado en serio. Se nota cierta repetitividad de
las situaciones, un desarrollo más lento de los personajes (no
de todos, que quede claro) y un cierto enfoque en algunas grapas que
creía que ya habían pasado, como la relación
amorosa entre Miguel y Samantha o el "destruir todo" para luego
recuperar el control. Por no hablar de un "casus belli" demasiado
absurdo.
Al final, 'Cobra Kai 5' se salva. Y lo hace gracias al bueno de Johnny
Lawrence, un inadaptado que nos hace reír a carcajadas pero que
también sabe cambiar (o al menos intentarlo) vida. Esta vez le
toca a Mike Barnes, el villano de la tercera película, volver a
escena para deleite de quienes vieron las películas en su
momento.
Seguimos en el famoso Valle donde todos quieren hacer karate. Miyagy
Do, como sabemos, ha cerrado. Kreese está en la cárcel.
Mientras Terry Silver se expande sin descanso, todavía en el
famoso valle, abriendo un sinfín de sucursales de alta
tecnología del Cobra Kai que atraen sin parar a los niños.
Pero como siempre, LaRusso se huele que algo va mal. Sus alumnos
también. Y primero con la ayuda de Chozen y luego con el regreso
de Johnny, que quiere resolver sus problemas y cambiar su vida, el
viejo Danny luchará contra el gigante de pelo plateado.
Un cliffhanger cierra la temporada, abriendo la sexta serie.