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perdone los errores
La curiosidad informa de que 'Pearl' se rodó en gran secreto y
al mismo tiempo que X, la primera película, con claroscuros (al
menos para mí) de la trilogía de Ti West. Si este fuera
el caso, hay que decir que los mayores esfuerzos, director, autores e
intérpretes, fueron puestos aquí, en 'Pearl', sin duda
alguna.
Todo gira en torno a la extraordinaria actuación de Mia Goth que
además es guionista, productora y todo gira en torno a su
personaje que da título a la película y al que veremos
envejecer en X (no añadiré más). En definitiva, la
actriz es la protagonista de una obra que, por un lado, remite al
brillo de aquellas películas en tecnicolor que contaban los
sueños y esperanzas de los primeros años del siglo pasado
y, por otro, nos adentra en una historia oscura y despiadada. Tan
precisa e intensa que los intentos de West de ofrecernos cabezas
cortadas y cuerpos maltratados son inútiles, porque ya
experimentamos el malestar y la ansiedad de forma abundante con el
protagonista, sin necesidad de imágenes de terror.
Pearl es una joven que vive en una remota granja de Texas con su madre,
una inmigrante alemana, y su padre, que vive en un estado casi
neurovegetativo.
Howard, su marido, está en algún lugar de Europa
sirviendo como soldado en la gran guerra que está llegando a su
fin. Y mientras la pandemia española hace estragos, Pearl
sueña con escapar, con ser actriz y convertirse en una famosa
bailarina en una de esas películas alegres, musicales y
majestuosamente coreografiadas de la época. Tan obsesionada y
convencida está que ensaya sus números de baile delante
de una vaca y una cabra sin olvidarse de confiar en el caimán
del estanque de al lado al que da de comer.
Y es en este contexto donde estallan las angustias de Pearl, encerrada
por su madre ultraconservadora y abandonada por su marido, y sobre todo
obligada a una vida mediocre. Una audición para entrar en una
obra de teatro le da esperanzas, al igual que un proyeccionista bohemio
que conoce en la ciudad.
Inocente e ingenua, pero al mismo tiempo despiadada y fuera de control,
la mujer lucha contra los que se oponen a ella, los que la abandonan y
los que no creen en ella.