Por una vez creo que puedo decir que los titulistas italianos lo
hicieron mejor que los originales. "Graf Dracula in Oberbayern" o
también "Graf Dracula (beißt jetzt) in Oberbayern" es
decir, el Conde Drácula en la alta Baviera (o muerde en...) es
el aburrido título de esta comedia alemana de 1979 que en Italia
se conoce (por así decirlo) como "Il Succhione". Maravilloso. En
el clavo. Con esa pizca, por así decirlo, de malicia.
Italianos que dejan su impronta no sólo en el título sino
también en la producción con la presencia de Gianni
Garko, que es el protagonista, y Giacomo Rizzo.
Tal vez, dada la película, no sea precisamente algo de lo que
enorgullecerse y, desde luego, el novel director Carl Schenkel, que
llegó a tener una carrera internacional muy respetable, no la
pondría entre sus mejores películas.
Como sugiere ampliamente el título, Schenkel dirige una comedia
sexy ambientada en Baviera con el bueno de Drácula como
protagonista. O al menos sus parientes.
Gianni Garko interpreta a Stani, un fotógrafo descendiente de
una familia adinerada que posee un castillo en la Alta Baviera que
utiliza para su trabajo y para hacer, básicamente, fotos
eróticas de temática, digamos, sadomasoquista. Más
tarde, el local se convierte también en una especie de discoteca
de gran éxito.
Todo este alboroto, sin embargo, despierta a Estanislao, el
drácula de turno, interpretado de nuevo por Garko, que con su
esposa, la condesa Olivia (Betty Vergès) sale de la tumba y
vuelve a ser vampiro. O al menos lo intenta.
'The Sucker' al final no explota ningún aspecto positivo que
pudiera tener una historia como ésta. No nos hace reír,
nunca, en cambio prevalece el aburrimiento, nos abruma con tetas, que
sí, siempre es algo bueno, pero aquí a la larga el
aspecto erótico tampoco funciona.
Sigue siendo una película curiosa, que hay que ver más
por la presencia de un reparto internacional y de un director que, como
se ha dicho, se ha abierto camino en el mundo del cine.