Hay que decir que Beyond Re-Animator nos consuela frente a su pelicula
predecesora más directa, la horrenda 'La novia de Re-Animator'.
Pero también hay que decir que esta película de 2003
(también dirigida por Brian Yuzna), no tiene ideas nuevas, y
sigue siendo un homenaje a la primera e inalcanzable película de
la serie. Quizás la única novedad sea una
producción española y escenarios en Cataluña y la
Comunidad Valenciana.
Por supuesto, Jeffrey Combs que siempre es el siniestro y despiadado
Dr. West interpreta este papel con su habitual y villana
precisión. Y, ciertamente, no falta la sangre, así como
una pizca de erotismo morboso. Y, de nuevo, hay una buena
dirección y una interesante fotografía.
Al final, sin embargo, todo gira como siempre. West y sus experimentos,
la cosa que se le va de las manos, cadáveres, mucha sangre
derramada.
La última víctima de los zombis de West es la hermana de
dos chicos jóvenes, (la clásica primera víctima de
las películas de terror, rubia y guapa), que impotentes la ven
morir. Trece años después, uno de estos chicos se ha
convertido en un doctor, el Dr. Howard Phillips, que se hace cargo de
la prisión donde West es recluido durante años.
El siniestro doctor continuó sus experimentos como pudo entre
rejas y la llegada de este nuevo doctor, interesado en sus estudios,
reabre la posibilidad de experimentar con humanos.
No falta el romance ni la matanza, esta vez en la cárcel.
Al final, Beyond Re-Animator es una película que tiene un bonito envoltorio, pero nada en su interior que te 'reanime'.