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Oso vicioso


 


Leyendo por las redes sociales, alguien se ha tomado en serio “Oso vicioso”. Se leen críticas indignadas y cabreadas con la película de Elizabeth Banks, como si estuvieran esperando una obra de Kubrick. 


A mí me pareció bastante claro, incluso sin la ayuda de las drogas, y desde las primeras imágenes y el primer tráiler, que el objetivo final era única y exclusivamente crear una película de terror, un poco salpicada, 

demencial, en salsifí ochentero.

Y “Oso vicioso” consigue perfectamente este propósito, con personajes estereotipados de película de terror-crimen, escenas absurdas, humor negro y una trama casi sin sentido. 

"Casi sin sentido" porque esta película está basada en una historia real, 

ocurrida en 1985, cuando un oso murió de una sobredosis de cocaína, muy probablemente arrojado desde el avión de un narcotraficante.

Nació la leyenda urbana de que el oso drogado se volvió violento y anduvo por ahí atacando y matando gente. En realidad, "Pablo Escobear", como lo han llamado, no hizo daño a nadie. 

Murió con el estómago lleno, literalmente, de cocaína.


Jimmy Warden, el guionista, se inspira libremente en esta noticia, exagerando la situación hábilmente dirigida por Elizabeth Banks, que, como se ha dicho al principio, consigue sencillamente sus objetivos. 


Andrew C. Thornton, un traficante de cocaína, deja caer bolsas llenas de droga desde su avión, antes de intentar alcanzarlas lanzándose en paracaídas, pero en el intento, se golpea la cabeza y cae al vacío. 


Una de estas bolsas acaba en un parque natural y un paquete cae en las manazas de un oso que se aprovecha de ello. 

El animal se transforma en un monstruo sediento de sangre que asalta de inmediato a una pareja de novios formada 

por Elsa (Hannah Hoekstra) y Kristoffer (cuyo verdadero nombre es Olaf), interpretado por Kristofer Hivju, a quien todos recordamos por su personaje de Tormund en Games of Thrones, 

donde alardeaba de haber follado con un oso, lo que constituye una divertida, en mi opinión, referencia.


Al mismo tiempo, un grupo de gamberros que de alguna manera vieron la bolsa de lona intentan ir a recuperarla. Una profesora persigue a su hija y a su amigo, que faltan al colegio para ir al parque,

y dos secuaces del capo de la droga local (Ray Liotta) intentan recuperarla. Por si fuera poco, también están los guardas del parque, que son bastante idiotas y tienen poca puntería. 

Todo este mundo de personajes deliberadamente irónicos y estereotipados se enfrenta al oso drogadicto, regalándonos momentos exquisitos, véase la persecución en ambulancia, 

la llegada de los cachorros del animal y, finalmente, una pequeña escena en los créditos finales, que cierran brillantemente el círculo. 

“Oso vicioso” es una divertida y entretenida operación con una trama azarosa que se desliza sobre una comedia nunca gritona y muy disfrutable. 

Basura, deliberadamente basura, pero basta decir que Elizabeth Banks da sin duda en el clavo, trabajando además con un buen reparto, en el que además de los intérpretes 

mencionados aparecen Margo Martindale, O'Shea Jackson Jr. y Matthew Rhys. Última aparición de Ray Liotta, fallecido poco después del final de la producción y a quien está dedicada la película.