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Washing Machine


Un policía tiene que investigar un misterioso asesinato cometido en una casa donde viven tres hermanas. Y no tres hermanas cualquiera, sino tres bellezas increíbles que no hacen más que provocarlo e intentar seducirlo sin freno. Duro el trabajo del policía, casi tanto como el del director que tiene que intentar hacer películas interesantes que se mantengan de principio hasta el finanal.
En este caso, es el super Ruggero Deodato que lo intenta, coge armas y equipaje y se va a Hungría, sin duda con fines artísticos pero también para ahorrar un poco en el presupuesto.
Basándose en un guión de Luigi Spagnol, trabaja con un reparto internacional que no está nada mal. Tenemos al francés de ojos azul Philippe Caroit como el inspector Stacev, a la explosiva polaca Katarzyna Figura, más conocida como Kasia, la primera de las tres hermanas mencionadas con las italianas Ilaria Borrelli y Barbara Ricci, la primera convertida más tarde en directora, guionista y productora y la segunda que ha seguido la carrera de actriz.
Completa el reparto Yorgo Voyagis, un rostro muy conocido en el cine de género y fuera de él. Es precisamente el actor griego la víctima del misterioso asesinato que investiga el inspector Stacev después de que una de las tres hermanas lo llame al encontrar el cadáver chorreando sangre en la lavadora (la "Washing Machine", que es también el título por el que es más conocida esta película). Sin embargo, cuando el policía llega, el cadáver ya no está allí.
Es el comienzo de una investigación que desemboca en lo onírico, lo pesadillesco y, sobre todo, lo erótico, con un giro final que lo pone todo patas arriba.
Digamos que estamos con un Deodato que no está en su mejor momento y ante una película olvidada, la última antes de un largo parón.
Ciertamente Budapest, la forma en que está fotografiada y sus atmósferas juegan a favor de un juicio positivo, al igual que la belleza de las tres intérpretes. ¡Y yo diría que Caroit también es hermoso! Sin olvidar las escenas de la lavadora llena de sangre y algunos otros momentos interesantes.
Pero la historia pronto se pierde en toneladas de erotismo bastante banal. Pierde mordiente, interés y no impacta. Al final, no acabas en la vorágine de la película, te quedas un poco al borde de una historia que podría habernos dado más.