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Roller Blade


Sí, de verdad, me parece que aquí nadie usa patines de ruedas en linea, sino patines de ruedas. Es decir, no los patines con las ruedas en línea, sino los que tienen las ruedas alineadas de dos en dos. Si ese fuera el problema, es decir, el título, estaríamos bien. En realidad, el problema de esta película es el caos general que reina y que va más allá de lo escultórico.
Dirigida por el experto en cine de serie b Donald G. Jackson, un prolífico cineasta que murió de leucemia en 2003, pero que afortunadamente para nosotros nos proporcionó una innumerable serie de películas póstumas.

En 'Roller Blade' nos encontramos en un post-nuclear donde el fascismo-comunismo (boh...) intenta gobernar el mundo. O al menos en Estados Unidos. Enfrente hay un aquelarre de monjas 'Bod Sisters' lideradas por la hermana Speed, una monja en silla de ruedas pero que lleva patines (boh...). Las demás son monjas buenorras que suelen quitarse la sotana y la cruz permaneciendo completamente desnudas. Muy bien.
El villano por su parte es un tipo con una máscara de goma mediocre que intenta robar un cristal mágico que poseen las hermanas pechugonas. Pero la lucha no será fácil.

Al menos eso es lo que tengo entendido. Creo que voy por buen camino, porque realmente hay un lío de desnudos y escenas absurdas en una ambientación ochentera que a menudo cuesta entender de qué va esta película. Una cosa es segura: la belleza indivisible de Shaun Michelle, Melanie Scott, Crystal Breeze y Michelle Bauer. Producida por Corman's New World Pictures