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perdone los errores
La muñeca italiana
Sin duda,
hay que tener «cierta» mano para filmar la catedral
de Orvieto y hacerla pasar por cualquier cosa. Como una iglesia de
barrio. También se necesita una «cierta» mano para
hacer una película erótica sin ton ni son que incluso
llega a empeorar después de un malo comienzo. El maestro
Ninì Grassia es capaz de esto y mucho más, y con esta
película de 1991 alcanza grandes cotas de absurdo.
Hay que decir que si hubiera hecho una película como ésta
en los últimos años habría sido, como
mínimo, detenido. Y con razón.
Grassia, comienza esto trabajo hablando de violaciones (que hay que
aceptar porque le gustò a la victima) contra niñas de
trece años. Se muestran escenas de violencia (violencia
más o menos) pero no se preocupen, no hay menores en esta
película y Grassia ni siquiera se esfuerza en rejuvenecer a las
actrices, las utiliza para lidiar con los recuerdos traumáticos.
Pero espera, espera. Estoy siguiendo el camino de Grassia y me estoy
enrollando demasiado. Vayamos despacio. Y empecemos por el principio.
La muñeca del título es Marca (no es una errata, se llama
como la rara hembra de Marco), interpretada por Deborah Calì. Es
una chica de 18 años simpática y abierta, querida por
todos.
La encontramos mientras provoca con una pregunta a su profesor de
italiano, que está intensamente enamorado de ella, luego la
vemos en compañía de su novio, que más tarde y sin
mucha lógica rompe con ella. Y finalmente mientras estudia con
dos amigas a las que confiesa que fue violada cuando tenía 13
años (pero le gustò, dice). Cosa que también le
pasó a una de las otras dos. De acuerdo.
Uno pensaría que este inicio intercalado con escenas de sexo de
las tres con sus novios tendría algo que ver con la trama. En
realidad, no. Parece sólo una estratagema para alargar los
minutos de la peli. Porque entonces descubrimos que Marca vive con su
madre, que regenta un cutre bar de extrarradio, y con el novio de su
madre, el clásico hombre de mala reputación. La madre
intenta suicidarse (y no sabemos por qué) y, sobre todo, el
hombre engaña a Marca y la lleva a un burdel, que parece un
cortijo, donde la joven es segregada y obligada a prostituirse.
Los clientes, a pesar de ser un lugar verdaderamente terrible, son
personas importantes y a veces «elegantes». Marca intenta
en vano escapar y un día el profesor de las escenas iniciales se
presenta en el lugar. Mantiene folla con Marca, que tiene los ojos
vendados, pero después de disfrutar ayuda a la chica a escapar.
Final feliz con la muerte del villano y la liberación de las dos
amigas de Marca, que también acabaron absurdamente en el burdel.
Al menos eso parece.
'La muñeca' es realmente una película terrible. Tiene una
trama sin sentido y un ritmo que se ralentiza minuto a minuto. Grassia,
que también se permite un cameo como los grandes directores, por
lo que tiene algo en común con ellos, como de costumbre no se
esfuerza en absoluto por hacer los escenarios un poquito
creíbles. Tampoco se esfuerza lo más mínimo
detrás de la cámara.
Por suerte para él, está Deborah Calì, que
ciertamente no es una gran actriz, pero hace su papel y es, por
supuesto, muy, muy guapa. Pero eso no basta para salvar el conjunto.