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La porno heredera

Desconectas el cerebro y te pones a ver una película de Ilias Mylonakos. Una isla griega, gente guapa andando desnuda y muy, muy dispuesta a tener sexo sin hacer muchas preguntas. Todo bien, ¿no? Es el cine típico del director griego, simple, claro, sin complicaciones. O al menos, así es en la mayoría de las películas que hemos visto hasta ahora.

Y en Erotiko Pathos las cosas parecen ir por el mismo camino. En los primeros diez minutos, vemos a dos de las protagonistas desnudas y teniendo sexo: la siempre hermosa Femi Benussi, que ya está casi al final de su carrera, y Monica Nickel, una actriz polaca naturalizada italiana que ha tenido pequeños papeles en varias películas de género e incluso un papel en Vacanze di Natale (pero mejor recordémosla por sus películas de género).

Todo sigue bien. Pero, minuto a minuto, empiezas a notar que en la historia se va metiendo una trama criminal y un toque de thriller, que no está nada mal. Adiós al divertido y despreocupado entretenimiento bajo el sol. ¿Ahora tenemos que prestar atención y pensar?

Para ser sinceros, la idea básica no es mala, pero está claro que la historia necesitaba unos retoques y correcciones. Definitivamente es algo que todavía podría ser un buen punto de partida para un thriller erótico hoy en día.

Pero Mylonakos se las arregla para arruinarlo. Y lo hace bien. Un final ridículo, escenas softcore cada cinco minutos y desnudos cada tres, sin mucho motivo ni explicación. Todo contado a un ritmo opresivo, con escenas tediosas y una edición que parece hecha con un hacha.

Pero, quitando todos estos defectos, mantengo lo que dije antes: la historia no está tan mal. Al final, funciona, sobre todo gracias a la belleza de las protagonistas, Femi Benussi y Monica Nickel, y a la siempre poderosa Ajita Wilson, que vuelve a trabajar con el director ateniense en Orgia Stin Kerkira en 1983. También hay que decir que en este género, Mylonakos sabe lo que hace: tiene buen ojo para filmar los cuerpos desnudos de los actores. Claro, lo repito, si lo hubiera hecho un poco menos, habría sido mejor. Pero así es.

Della (interpretada por Monica Nickel) es una chica riquísima de 19 años que quedó huérfana y está bajo el cuidado de su tía Marsha (Femi Benussi), que maneja su dinero. Las dos tienen una relación horrible, y como venganza, Della le roba un amante a su tía y tiene sexo con él en la playa, justo frente a sus ojos.

Harta de las palabras de Marsha, Della se escapa y se refugia en la casa de una amiga. Pero la casa ahora está ocupada por Stefanos (Stratos Zamidis) y Samantha (Ajita Wilson), dos criminales que han matado y robado a un socio de negocios, o algo así, y ahora planean escapar a Italia.

Entre los tres surge de inmediato, por obvias razones de guion, una complicidad y una fuerte atracción erótica, que luego lleva a Della a ir a Roma para conseguir documentos falsos a cambio de asesinar a su tía.