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Nymphoid Barbarian in Dinosaur Hell


Creo que sería justo regalarle un modelo de dinosaurio en tamaño real a quien, viendo esta película, entiende de qué trata. Sin leer las notas, claro.

A Nymphoid Barbarian in Dinosaur Hell, película de Brett Piper de 1990, es simplemente un gran lío. Y a este lío se suma la Troma, que mete mano en todo, convirtiendo una historia que ya de por sí carecía de lógica en un verdadero caos.

Brett Piper contó que un actor con quien había trabajado en una película anterior le pidió producir una película con él si lograba conseguir financiamiento. Piper aceptó, y ambos empezaron a trabajar en un viejo guion que el director había escrito pero nunca producido. La película originalmente llevaba el título The Dark Fortress.

Admirador del gran Ray Harryhausen (al menos eso creo), Piper decidió hacer una película con monstruos animados, disfraces, aventuras, y—por qué no—tetas. Al final, logra sus objetivos vagamente, aunque quizá debería haber puesto más tetas, crear mejores efectos y gestionar mejor la historia. Pero bueno, no se puede tener todo, ¿verdad?

A esto se suma un distribuidor que le aconseja usar muy pocos diálogos para asegurar un mayor éxito en el extranjero. Y así lo hace. Pero luego el distribuidor decide no querer tener nada que ver con la película.

Después llega Troma, interesada en distribuir el film. Tras una larga y agotadora negociación, compran la película, le cambian el título a A Nymphoid Barbarian in Dinosaur Hell, agregan una nueva escena de apertura y una narración que explica la situación. Resultado: empeoran todo dándonos una película de serie B incomprensible, que podría incluso haber tenido una secuela si Piper hubiera ido a ver a Kaufman con dinero en mano.

Entonces, si has llegado hasta aquí sin volverte loco, es justo ahora hablar de la película. En los primeros minutos, aprendemos que después de una explosión nuclear en Tromaville, el mundo ha retrocedido, y los dinosaurios han regresado. Y no se sabe por qué.

Pero tampoco se sabe por qué o quién debería ser la "Nymphoid" del título, ya que simplemente no existe. La protagonista, Lea, es una mujer, sí, pero no tiene deseos sexuales particulares. Todo lo que hace es intentar sobrevivir en este mundo post-apocalíptico, entre dinosaurios y algunos malvados que intentan acabar con ella. Y luego encuentra el amor, básicamente a través de gestos, porque, como se mencionó, no hay o casi no hay diálogos.