hecho con 

google translate

perdone los errores

 





High-Heeled Punishers


Ahora, hay algo que decir: aquellos que vivieron su adolescencia en los años ochenta recordarán el anime Kyattsu Ai, conocido como Ojos de Gato. Ya sé que ante tus ojos aparecen las formas sinuosas y sexys de las tres protagonistas. Lamentablemente, se censuraron las escenas más sugerentes, dejando a los adolescentes de entonces algo insatisfechos.

Sin embargo, más allá de las versiones originales del anime y los mangas (publicados varios años después), siento que puedo decir que esta falta, o mejor dicho, esas fantasías, pueden satisfacerse viendo esta película, Monzetsu!! Oshioki Haihiiru, o High-Heeled Punishers. 

Digo esto porque, también aquí, tenemos tres chicas que trabajan en un café, que en realidad es una fachada, y hasta hay un policía enamorado de una de ellas. A diferencia de la obra de Tsukasa Hōjō, sin embargo, las tres de esta película de 1995 dirigida por Takashi Kodama no roban. Prefieren salir de noche con trajes ceñidos que recuerdan a los gatos, vengando a mujeres víctimas de violencia y abuso. Y lo hacen azotando al maníaco de turno, flagelándolo y extirpando su órgano reproductor. Bueno, ya sabes, la polla.

Pero hay que decir que son muy sensuales y no es raro que se cambien frente a la cámara. Trío, gatos y café: algo les suena familiar, ¿no es así?

Por lo demás, estamos ante una película que, más allá de las premisas interesantes, pierde su identidad en el camino. No queda claro qué quería contar Kodama, ya que ninguno de los muchos géneros que aborda termina por prevalecer, y todos se quedan muy esbozados. Difuminados.

Un poco de venganza por violación, un poco de BDSM, mucha acción, desnudos e incluso una comedia extraña y grotesca. Pero, al final, hay que decir que es todo tan absurdo y grotesco que merece la pena verlo. Y lo merece también gracias a un ritmo casi siempre alto, con una pequeña desaceleración hacia la mitad.

Nuestras High-Heeled Punishers, como ya se dijo, son vengadoras supersexys que viven en un mundo donde el hombre más respetable trata de mirar debajo de sus faldas mientras trabajan en el café. Una sociedad corrupta y machista que solo espera que sus látigos caigan sobre violadores, chantajistas, etc., etc. Naturalmente, hay un supervillano que no es tan fácil de derrotar y también hay una historia de amor que involucra a una de ellas.