hecho con
google translate
perdone los errores
The Amorous Adventures of Don Quixote and Sancho Panza
Encuentro
una fascinación morbosa en todas esas películas que
comienzan con “Las aventuras eróticas de…”
algún personaje famoso de la literatura o la historia. No
sé por qué. Tal vez porque, en el fondo, sé que
hay una buena probabilidad de que sea una película terrible. O
quizás lo vivo como una especie de venganza por las obras que me
obligaron a leer.
Con estos pensamientos en mente, vi The Amorous Adventures of Don
Quixote and Sancho Panza, una película de 1976 dirigida por
Raphael Nussbaum, con la participación de Haji, a quien
recordamos con cariño por sus papeles en las películas de
Russ Meyer. Y, como era de esperar, esta película es un
desastre. Al parecer, incluso la propia Haji la odiaba profundamente, o
al menos eso dice IMDb. Y no me cuesta creerlo.
Lo que tenemos aquí es una colección de escenas softcore
mal hechas, mal actuadas y, peor aún, mal filmadas.
Además, la película se alarga durante nada menos que 103
minutos. Sin embargo, debo admitir que, a pesar de sus innumerables
defectos, la película tiene algunas curiosidades. No las
llamaría “virtudes”, sino rarezas que merecen una
mención.
Además de intentar—muy vagamente—captar el
espíritu de la novela de Cervantes, Nussbaum tuvo la brillante
idea de incluir varios números musicales, convirtiendo la
película en un extraño musical softcore de época.
No es una novedad absoluta; los musicales softcore ya existían.
Pero esta peculiar mezcla de géneros la hace, por lo menos,
única. Horrible, pero única.
La trama es exactamente lo que uno esperaría: Don Quijote
imagina aventuras épicas mientras vaga con Sancho Panza. La
variante aquí es que los dos rescatan a mujeres desnudas, tienen
sexo y luego lo repiten todo. Además, Sancho Panza es retratado
como un viejo verde. Y eso es, básicamente, todo.